viernes, 11 de septiembre de 2009

FRENTE A TI....


Cuantas veces, en mitad del camino, en el cansancio de los preparativos o en el agobio de la recogida de los chismes tras la Romería me he preguntado. ¿Qué hago yo aquí?
Aunque parezca mentira, y eso lo sabéis todos los que hacéis el camino, peregrinar al Rocío se convierte, muchas veces , en algo agotador e insoportable que te quita las ganas de todo.Todos ven el colorido de la salida , la emoción en los rostros ,la alegría del reencuentro, pero pocos han visto la cantidad de preparativos,con su esfuerzo, gasto económico y tiempo, para llegar a ese gran día y su momento culminante que es la Misa de romeros.
Muchos admiran lo pintoresco del paso del Quema, el recibimiento de Villamanrique o el paso por el Ajoli , puerta del cielo para el peregrino, pero pocos han sentido el calor y el frió, la dureza de los caminos ,los pies destrozados por la falta de costumbre , las rozaduras y picaduras de los mosquitos.Vosotros peregrinos ,sabéis bien de lo que hablo, sabéis de lo duro del caminar, de lo difícil de la convivencia , de lo incomodo del cansancio, y diréis entonces. ¿ Por que vamos al Rocío?, que misterioso impulso nos lleva a vivir esa difícil aventura , pero a la vez sublime.
Yo os llevo hermanos, a un amanecer de Lunes ,una amanecida fría y húmeda , los cuerpos rotos por el cansancio, el estomago esta hueco, una profunda emoción nos va recorriendo el cuerpo, vamos andando deprisa detrás de nuestro bendito Simpecado, no nos pesa la arena , es el único día que no nos ha costado levantarnos de madrugada y eso que casi no nos ha dado tiempo de tomar café.
Todos sabemos adonde y para que vamos, es hermoso llegar a nuestra esquina que el día anterior contemplo a Jesús Eucarístico en la Misa de Pontifical. Llegamos al fin y todo es un rito, vemos caras conocidas de paisanos nuestros, de hermanos que han venido expresamente para vivir este momento; todos vamos tomando posiciones , las mujeres y las personas de mas edad se suben a la tarima que ayer fue altar efímero de benditos simpecados.Los niños miran entre dormidos y atónitos esa muchedumbre que no deja de moverse, los mas jóvenes al lado del Simpecado, el cura ya busca pedestal y el Hermano Mayor mira a un lado y al otro buscando por donde puede venir la Virgen.El privilegiado que porta la el Simpecado se agarra fuerte a la vara; todos nerviosos mirando a nuestro alrededor , todos concentrados ,todos anhelantes por que Ella viene a visitarnos.
El sábado pasamos por la puerta de su Casa en caravana alegre y romera con nuestras mejores galas , hoy casi no nos hemos peinado, hemos dejado atrás los trajes de corto y los vestidos de flamenca por que nuestra Madre viene a vernos y todo nos da igual, solo esta la verdad del encuentro, el mirar fijamente a los ojos de ese Rocío del Cielo ,es el momento que mas cerca tenemos a la Virgen de todo el año. Una salva de aplausos y vivas nos anuncia que la Señora ya esta en la casa de las camaristas, donde la retocaran y le rezaran unas salves con sus manos rítmicas y amorosas.Al momento viene directamente hacia nosotros , don José Antonio ya esta subido en los hombros de algún voluntario, y todos nos abrimos en semicírculo para dejar paso a los almonteños que nos traen a su Patrona.Ya esta frente a nuestro Simpecado , cuantas suplicas, cuantas gracias , cuantas miradas y lagrimas pero sobre todo cuanto amor ; Es el momento de recibir el abrazo de la Madre , la fuerza que nos ayudara día a día en nuestro trajín de la vida .Salve sentida y emocionada que nos traslada por unos instantes a las marismas azules donde nos contemplan los sanjuaneros que la habitan.
Y como todos los buenos momentos , este también es breve y Ella se va y nos quedamos de nuevo junto a nuestro Simpecado.Un cansancio repentino nos envuelve de repente y besos y abrazos entre todos nos despiertan del sueño.Silenciosos ,abatidos , pero llenos de felicidad nos marchamos pausadamente hacia nuestra casa de Hermandad.
Y os decía al principio comentando lo difícil de todo ¿ por que vamos al Rocío ¿
Yo os digo que voy solo por este momento que me da fuerzas para todo el año y me llena de ilusión y esperanza para volver al año siguiente.

He faltado por circunstancias al camino, salida o entrada de la Hermandad , pero a la cita del Lunes de Pentecostés nunca falte .Solo le pido fuerzas fuerzas para no faltar nunca hasta el día que , si Dios quiere , pueda estar eternamente junto a mis dos madres en el Cielo.

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