miércoles, 4 de julio de 2012

VEN A NOSOTROS SEÑORA...

Queda poco tiempo para que te veamos llegar a tu pueblo en un sencillo amanecer de escopetas, pañito y capote. Ya en Almonte todo se prepara y la ilusión se ve en la cara de su gente. Es precioso sentirte tan cerca, tenerte como una vecina más e incorporarte en la rutina de la vida cotidiana. A mi también me gustas mucho en la parroquia, tan recogida y tan cercana a todos. Tan cerca de tus hijos y tan rodeada de cariño. Que necesitados estamos de tu Venida ,pero no solo a tu pueblo, sino a todos y cada uno de nuestros corazones. Te necesitamos Madre mía, como el único bálsamo que nos puede aliviar este dolor. Este sufrir tan grande de madres sacrificadas, de trabajadores desesperados y de carencia tan grande en la opulencia que nos rodea. Sólo tu Madre mía, puedes sanar tanto corazón destrozado. Y te vistes de Pastora, por que vienes a cuidarnos, a pastorearnos , a dejar solas a las noventa y nueve ovejas y rescatar la perdida. Madre, qué necesitados estamos de ti, de tu cayado protector y de la alegría de las flores de tu sombrero. Aunque sea duro y andemos por la noche a oscuras, nos consolara la alegría de tu cara en ese amanecer almonteño del bendito Chaparral.


1 comentario:

fran1102 dijo...

Me he preguntado muchas veces que quiere de mi la Virgen, escucho su tenue voz una y otra vez en mis oídos, un susurro que una y otra vez pronuncia mi nombre, será por aquello de que Dios nos llama por nuestro nombre, con nuestras virtudes y debilidades, que al fin y al cabo son las que nos hacen fuerte en la fe y las que nos hacen ser lo que somos.
Hace tiempo ya, mucho, para el olvido, que escuche su voz, una voz que mas que un susurro fue un grito para que despertara de mi letargo, Ella estaba ahí, impasible, dulce, suave, fija en mi mirada, pero en lo mas hondo de mi ser, porque por aquellos entonces, no pude verla, no pude mirarla a los ojos, por avatares del destino, pero su voz y su mirada la sentí con una fuerza que jamás he sentido desde entonces.
Ahora que el tiempo ha disipado dudas, que todo ha vuelto a su origen comprendo aquel grito mejor que nunca, “ no te duermas en mi rostro, despierta en el rostro de los demás”
Ahora todo es nítido y claro, ahora ya se lo que quería de mi, ahora comprendo que aquel idolatrismo no era lo que Ella quería de mi, de nosotros, Ella quería que saliese a su encuentro, al encuentro de su Hijo, que no me regodeara en el disfrute de los ojos y la apariencia que su imagen proporcionaba, sino por el contrario que le diera verdadero sentido a aquella fe que había explosinado en mi corazón. “Sal fuera de ti mismo, ahí estoy Yo y ahí esta mi Hijo, en los demás en los mas necesitados de este mundo, en todos aquellos que necesitan de ti” ….esas palabras se repiten dentro de mi ser, una y otra vez, me hacen fuerte y me hacen perseguirla como la perseguimos ese Lunes de Pentecostés por la aldea. Y ese es el camino que Ella nos indica, ese es el camino que Ella quiere para nosotros….” Mi Hijo es el hermano, el prójimo, a ese que sostengo en mis brazos cuando desfallece, cansado de la vida y cansado del mundo, a ese es al que tenéis que dirigir vuestra mirada, vuestro corazón y vuestros actos,….. hacedlo de una manera sencilla, humilde y alegre…con esa alegría con la que cantáis a mis plantas, con esa humildad con la que os postráis ante mi reja, con esa sencillez con la que me entregáis una flor o una mata de romero….. sed mis hijos pero no por el amor que me tengáis a mi, sino por el amor que le entreguéis a los demás…. Solo así y solo así llegareis a encontrar la inmensa luz en vuestras vidas, una luz que Yo, con mi Rocío reparto entre todos y que mi Hijo os proporciona como premio a vuestra fe y entrega”
¡¡¡¡¡Despertad de vuestro letargo, despertad de vuestro acomodo, Jesús viene, Jesús esta aquí, miradlo¡¡¡¡¡